Hello, my name is…

Esta semana ha sido pletórica. He empezado a trabajar (poquitas horas, no vaya a ser que el país salga de la crisis) como English teacher con niños desde p3 hasta tercero de primaria y, por si fuera poco, el que va a ser el padre de mis hijos algún día tiene vacaciones toda la semana (¡Menuda frase más larga, Oh my God!).

El título del post ha sido la frase más usada durante toda la semana. Es mi primera experiencia como profe de niños tan pequeños y he salido bastante reconfortada. Los niños no dan miedo. Dan AMOR. Debo reconocer que la noche antes de comenzar las clases estaba bastante nerviosa, incluso me desperté a las 7.30 de la mañana de puros nervios (la clase no era hasta las 12.30!!). Pero una vez metida en faena, todo ha ido rodado. Esos locos bajitos, como decía Serrat, te sacan una sonrisa nada más entrar por la puerta. Aunque la docencia no sea demasiado vocacional en mí, puesto que prefiero trabajar en una oficina y olvidarme de preparar clases cuando llego a casa, creo que esta vez sí que merece la pena. Esa sensación de que todo lo que les explicas, aunque sea en inglés, les va entrando en su pequeño cerebro y va dejando mella en ellos, es FASCINANTE. Estoy disfrutando tanto con ellos que creo que van a aprender mucho conmigo. No quiero tirarme flores, pero veo que si el maestro pone pasión a lo que enseña, se aprende de diferente forma. Te entra con más ganas. Y si, encima, la maestra es un poco payasa como yo, disfrutan el doble.

Estoy convencida de que tanta distracción a lo mejor me ayuda a no pensar tanto en el embarazo que no llega y, a lo mejor, el día menos pensado me encuentro con que la indeseable no llega. Ojalá. Sería todo tan perfecto… (Menuda cupcake me estoy volviendo. Solo me falta el azúcar glas!!)

Una de las profes me preguntó cómo es que no tenía hijos (sí, esas INDESEABLES están por todos los lados, GRRR!!). Le solté un «cuando tenga un trabajo más estable, ahora no tengo tiempo» y me quedé tan ancha. No me dolió, estaba demasiado ensimismada en ser una buena teacher, pero soy consciente de que esa pregunta me rondará hasta que parezca una mesa camilla andante… Esas personas no merecen que ocupen más sitio en este blog, así que prefiero obviarlas.

Lo mejor de esta nueva experiencia es que me mantiene ocupada todos los días y, aunque salga del paro durante un tiempo (no es sinónimo de «raíces vigorosas» como dice el Gobierno, sino una solución temporal…), una subida de autoestima brutal. Llego a casa contenta, salgo de casa contenta y llego a clase… ¡justo a tiempo! jajajajaj

En fin, chicas, os envío una dosis de optimismo y felicidad a todas para el finde!

Keep-Calm-English-teacher

2 pensamientos en “Hello, my name is…

Deja un comentario